14/11/2022
Hasta el Palacio de La Moneda llegaron 21 personas que dedican su vida a los cuidados y que se convierten en las primeras en recibir la credencial que las identifica como tales y que les permitirá, en una primera etapa, tener acceso preferente a distintos servicios del Estado, y en una segunda etapa, la posibilidad de contar con una oferta programática exclusiva.
El Presidente Gabriel Boric enfatizó que “lo que estamos haciendo hoy día es justamente avanzar en mejorar la calidad de vida de todas las personas que habitan nuestra Patria y que han sido invisibilizadas durante demasiado tiempo. A mí lo que me moviliza como Presidente de la República y a todos quienes integran nuestro Gobierno es justamente saldar esas deudas, en particular con quienes han sido discriminadas, con quienes han sido olvidadas, con quienes han sido reducidas a la intimidad de sus hogares sin que el resto de la sociedad las vea, siendo que son ustedes las que sostienen la sociedad".
Se considera a aquellas personas cuidadoras informales no remuneradas, es decir, personas que, sin recibir ingresos por dicha labor, proporcionan asistencia permanente a personas con discapacidad y/o dependencia moderada o severa para la realización de actividades de la vida diaria en el entorno del hogar.
El ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson, planteó que esta es una primera acción administrativa “que crea un módulo del Registro Social de Hogares, para que las personas puedan acceder e identificarse como personas cuidadoras. Queremos que ojalá la mayor cantidad de gente pueda ayudarnos en esta tarea de reconocer a todas las personas que realiza el cuidado de personas con dependencia leve, moderada o severa, es por eso que también estamos capacitando a los municipios que serán de gran ayuda en esta labor. Con esto vamos a poder comenzar una oferta programática que tiene que ver con la atención preferente en algunos servicios públicos y que más adelante eso pueda traducirse en el marco de un sistema nacional de cuidado”.
En tanto, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana señaló que con este hito “vamos a poder primero reconocer a las cuidadoras, porque son en su mayoría mujeres, para que puedan tener acceso preferencial a los servicios públicos porque efectivamente trabajan horas sin descanso y tienen mucho menos tiempo para poder hacer sus trámites, para poder atenderse ellas mismas y sus propias necesidades de salud. Y, por otro lado, un paso muy importante también que es saber dónde están, quiénes son y qué apoyo necesitan, porque no es el mismo en todos los casos. Quien cuide a una persona postrada necesita apoyo en el cuidado domiciliario, quien cuide a una persona que necesite apoyo en su autonomía, necesita ayudas técnicas, necesita a veces un poco de conocimiento para poder hacerlo y así van cambiando en las situaciones porque la población es muy diversa”.
De acuerdo con las diversas bases de datos 642.685 personas se encuentran actualmente en alguno de los programas y/o registros que reconocen calidad de persona en situación de dependencia moderada o severa y/o discapacidad. Hoy existen más de 25 mil personas que podrán recibir la credencial, porque ya participan de programas del Ministerio de Desarrollo Social y Familia que las reconocen como personas cuidadoras.
En tanto, para quienes no son parte de estos programas el Ministerio de Desarrollo Social y Familia abrirá un Módulo de Cuidados, que es un complemento recientemente incorporado al Registro Social de Hogares donde las personas podrán actualizar la información relativa a cuidados de su hogar.
Esto es, si existe una persona que ejerza labores de cuidado o si existe una persona que los requiera. Este módulo se completa con información autoreportada, pero se verifica a partir de los registros administrativos que acrediten la situación de dependencia moderada o severa y/o discapacidad de la persona que requiere cuidados, compuesta por la persona cuidadora y la persona que necesita ese cuidado.
A partir de este complemento se podrá considerar el cuidado no remunerado como una actividad en un registro oficial del Estado y, a partir de esa información, generar oferta pertinente para dichas personas. Ruby Gutiérrez, quien hoy recibió su credencial que la identifica como persona cuidadora, dijo “agradecer a esta administración porque este fue un compromiso de campaña y estamos muy agradecidas y emocionadas por este primer hito, e insistimos en que el llamado es a visibilizar los cuidados. También tenemos que relevar el valor de las comunidades, de la organización colectiva, de todas las organizaciones que acompañan en los cuidados”.
Por otro lado, este mecanismo abre la posibilidad de sumar nuevos medios en el cálculo de la calificación socioeconómica (CSE) cuando en el hogar exista una persona cuidadora. Por ejemplo, esto permitiría incluir con un mayor factor en el índice de necesidades a las personas que cuidan, tanto por la imposibilidad actual de poder trabajar de forma remunerada como por el hecho de una mayor prevalencia de sufrir el denominado “síndrome del cuidador”, que se ha documentado que tiene consecuencias inmediatas y de largo plazo en la salud física y mental.
En esta primera etapa la credencial brindará acceso preferente en diversos servicios: Atención Preferente en Salud, Sucursales de Fonasa, Sucursales de ChileAtiende – IPS, Sucursales de Banco Estado, Sucursales de Registro Civil, Oficinas de Serviu, Oficinas de Senadis y Oficinas de Senama. La importante labor de los cuidados Según estimaciones del Banco Central, el trabajo doméstico no remunerado -incluyendo las labores de cuidado- representa más de 25% del PIB ampliado del país. Asimismo, según datos de la Encuesta de Bienestar Social del Ministerio de Desarrollo Social, 85% de quienes destinan 8 o más horas diarias al trabajo de cuidados no remunerado son mujeres.
El Sistema Nacional de Cuidados propuesto en el programa de gobierno permitirá avanzar en la redistribución y la reducción de las cargas de cuidado actuales, por medio de la ampliación de la cobertura de los programas existentes y la creación de nueva oferta programática de cuidados provista por el Estado, con el objetivo de reducir el trabajo de cuidado realizado por las familias, particularmente mujeres, y así mismo distribuirlo de manera más justa.