22/11/2019
María José recibió primer perro guía entrenado en Chile
Región del Biobío, 22 de noviembre de 2019. Existen historias excepcionales de vida, que constituyen un ejemplo de lucha, esfuerzo y superación de obstáculos. El caso de María José Vergara es uno de ellos. Nació hace 25 años en la ciudad de Monte Águila en Cabrero, con una ceguera total, que la ha obligado a abrirse camino en la sociedad.
Sus primeros estudios los cursó en la Escuela Orlando Vera Villarroel, y los secundarios en Yumbel. Muy joven, llegó a Concepción a seguir estudios superiores, encontrando una excelente acogida en la Universidad San Sebastián. Allí estudió Educación Diferencial, tras lo cual ingresó inmediatamente al mundo laboral.
Hoy imparte clases en el colegio de la Corporación de Ayuda al Limitado Visual (Coalivi), y además realiza otras actividades laborales complementarias. Líder desde la cuna, María José encabeza y participa en diversas organizaciones para personas ciegas, algunas de carácter nacional, desde donde promueve su empoderamiento, particularmente en el caso de las mujeres.
El año 2017 supo de la apertura de la primera Escuela de Perros Guías de Chile, dependiente de la fundación internacional Fundalurp. Allí se entrenarían los primeros canes guías en nuestro país, pues hasta ese momento sólo llegaban del extranjero. Según explica, postuló inmediatamente al programa tránsito a la vida independiente de Senadis, para optar al entrenamiento con un perro guía. Tras un largo proceso de postulación, se adjudicó un proyecto en la modalidad individual, por lo que, en el mes de octubre viajó a Santiago para recibir entrenamiento con el ejemplar asignado y se le entregó a su perrita Emma.
El primer perro guía para personas ciegas, entrenado completamente en Chile, llegó a sus manos y a su vida. Se trata de Emma, un hermoso labrador de 1 año y 8 meses, que la acompaña desde hace pocas semanas en sus labores diarias, desde que sale de su casa, hasta que llega a su trabajo. Luego permanece con ella durante todo el día, mimetizándose con la rutina de María José, hasta que vuelven a casa.
“El vínculo con ella es extraordinario, pues se va generando un amor que es muy difícil de explicar. Emma me ayuda a pasear libremente por la ciudad, y ha internalizado todo con mucha rapidez. Sin embargo, está en continuo aprendizaje, pues tiene un carácter muy juguetón, y en los parques, por ejemplo, tira muy fuerte de la correa para acercarse a otros perros”, explica.
María José enfatiza que un nuevo mundo se ha abierto ante ella con la llegada de Emma, a la que caracterizan la tranquilidad y la dulzura.
