Niños y niñas del Jardín Infantil Bambi
15/07/2014
Senadis y JUNJI continúan alianza estratégica por la educación parvularia inclusiva
Punta Arenas, 15 de julio de 2014. En el Jardín Infantil Bambi, se realizó el lanzamiento comunicacional del Convenio 2014 del trabajo colaborativo entre el Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis) y la Junta Nacional de Jardines infantiles, (JUNJI), que beneficia a párvulos de cinco comunidades educativas de dicha organización.
Tal convenio que partió el año pasado, en el marco del Plan Inclusión de la Primera Infancia y Atención Temprana de SENADIS, opera gracias a los recursos que son inyectados por el Ministerio de Desarrollo Social, para la contratación de una psicopedagoga, María Isabel Mansilla, y una terapeuta ocupacional, María José Aguilar.
Según manifestó la Directora Regional de SENADIS, María Milena Yankovic, esta dupla de profesionales trabajan la inclusión curricular con actividades que son propias a los párvulos. Son niños en situación de discapacidad ya sea transitoria o permanente. Desarrollan actividades psicomotoras, dentro de la misma aula donde están insertos, de tal manera que aprendan a la par, y que las actividades sean inclusivas para todos, de esta forma no segregamos.
La titular de SENADIS añadió que, además, existe una intervención con las familias, con el fin de acercar de una manera profesional a los padres a la realidad que están viviendo sus niños y niñas, de igual forma se interviene con las educadoras y técnicos a cargo de los párvulos, con la clara intención de instalar las herramientas necesarias que fortalezcan las iniciativas que en primera infancia se forjan, la ejecución del proyecto está vigente hasta diciembre.
Por su parte, la Directora Regional de JUNJI, Rosalía Elgueda, expresó: debemos agradecer a Senadis por la oportunidad que nos ofrece de contar con estos recursos porque van destinados especialmente a los niños de la primera infancia. Además, deseamos que esto continúe y que sea mucho más amplio porque es fundamental la detección a tiempo de los casos existentes de párvulos con capacidades diferentes o algún tipo de necesidad educativa especial para poder intervenir y trabajar de manera oportuna, no tan sólo con los niños y niñas, sino también con sus familias.
Asimismo, Rosalía Elgueda destacó que más que hablar de inclusión, debemos educar a las nuevas generaciones a valorar la diferencia, aunque suene redundante, como un valor; porque la mayor riqueza de los pueblos está simplemente en sus diferencias. Enseñemos que no hay desigualdad más odiosa que ser objeto de la discriminación y la manera más concreta de desafiar esta lamentable práctica es a través de una formación valórica positiva, que es potente cuando ocurre desde la cuna. Inculcar que en Chile no cabe la discriminación".
Sobre la intervención, la psicopedagoga del convenio, María Isabel Mansilla, subrayó que es un trabajo en equipo tanto con las educadoras y las técnicas en educación parvularia, las actividades se hacen pensando en el niño o niña con dificultad y las ejecuta todo el nivel. De esa manera, evitamos la discriminación o el sobrenombre o el saber que el otro es distinto, son todos iguales. En casos de mayor rezago, los niños son atendidos, también, de forma personalizada por alguna de los dos profesionales dependiendo del área a intervenir en un aula de recursos al interior del jardín infantil.
