01/10/2011
Este 1 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Personas Sordas. Un día que debería ser importante no sólo para las quienes viven con algún grado de discapacidad auditiva, sus familiares y amigos o los profesionales que trabajan con, para y desde la comunidad sorda, sino que para todo el Estado y la sociedad en su conjunto.
Además de hacer llegar mi saludo a la comunidad sorda de nuestro país, quiero manifestarles mi más profundo respeto y admiración por su esfuerzo y trabajo permanente para lograr la inclusión en todos los ámbitos de la vida, a través de un discurso que ha buscado reivindicar a la comunidad sorda como sujetos y no objetos de derecho, como una parte de nuestra sociedad que, soportada por la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, la Declaración de los Derechos del Sordo y las conclusiones de la Asamblea General de la Federación Mundial de Sordos del pasado mes de julio, seguirá en la senda de alcanzar nuevos objetivos desde un enfoque social de diversidad humana, lingüística y cultural.
Me alegra y enorgullece poder anunciarles en este día tan especial, la puesta en marcha, durante el mes de octubre, de una importante acción para llevar a la práctica la Ley 20.422: el Plan Nacional de Acción para la Integración Social de las Personas con Discapacidad (PLANDISC), cuyo objetivo es impulsar el fortalecimiento de la sociedad civil en temas de discapacidad, mediante la creación de políticas y planes públicos que garanticen los derechos de las Personas con Discapacidad y que faciliten la coordinación y aplicación de medidas transversales de forma territorialmente participativa y en igualdad de género.
Para la comunidad sorda en específico, perseguiremos alcanzar un cambio radical en la forma de concebir la discapacidad auditiva y la identidad de las personas sordas, pasando de ser pacientes a sujetos sociales de derecho con una manera diferente de percibir el mundo, pero no de actuarlo ni vivirlo. Somos ambiciosos, y esperamos conseguir desde pequeños gestos, como enseñarle a la población que es posible comunicarse con una persona sorda con el simple hecho de mirarla de frente y articular las palabras, apoyar en que cada día más chilenos logren participar de la Lengua de Señas, hasta lograr cambios más profundos como que los canales de televisión lleguen a transmitir la mayor cantidad de horas con Lengua de Señas.
Inclusión es el objetivo y hoy debemos utilizar todas las herramientas posibles para, con su participación y nuestro trabajo, hacerla realmente posible.
Oscar Mellado B.
Subdirector
Servicio Nacional de la Discapacidad