26/11/2012
Santiago, 26 de noviembre de 2012. Con la finalidad de realizar una radiografía a los efectos médicos y sociales del Alzheimer, a las políticas públicas, repercusiones económicas y proyecciones de la sociedad, se realizó esta mañana en la Sala Sesiones de la Cámara de Diputados, el Seminario “Que Chile no olvide a los que olviden".
Además, la jornada buscará describir el impacto que tienen las demencias en la sociedad chilena actual, mediante la exposición de parlamentarios, médicos expertos en la materia y otros personeros del ámbito económico y artístico.
En la oportunidad, Álvaro Díaz de Senadis, expuso respecto a la Política Nacional para la Atención de Personas con Discapacidad en situación de Dependencia.
Posteriormente se realizaron dos mesas redondas sobre “Mundo Social y los profesionales de la salud en torno a las demencias” y “El Mundo Político se compromete con quienes olvidan”.
Sobre el Alzheimer y la discapacidad intelectual en Chile y el mundo
En Chile existen más de 300 mil personas con discapacidad intelectual, de las cuales el mayor porcentaje (35,77%) se concentra en personas por sobre los 65 años, según la Endisc 2004.
Las dificultades intelectuales impactan mayormente la participación (2,7%), la recreación (2,5%), el autocuidado (1,5%), las actividades domésticas (1,1%), el estudio (0,7%) y el trabajo (0,4%).
Debido al envejecimiento de la población, en el 2025 habrá en Chile tantos adultos mayores como jóvenes menores de 15 años, conllevando a un incremento considerable de los pacientes con demencia en el transcurso de las próximas décadas.
La enfermedad de Alzheimer y otras demencias afectan en la actualidad entre 24
y 37 millones de personas, cifra que podría llegar a 115 millones de aquí a 2050
(Wimo & Prince, 2010).
La prevalencia es de 5% a 8% de los individuos entre 65-70 años. Esta se duplica a partir de los 65 años siendo de 15% a 20% en los mayores de 75 años y de 25% a 50% en los mayores de 85 años (Kukull & Ganguli, 2000; Ritchie & Lovestone, 2002).
El riesgo de demencia aumenta considerablemente con la edad, y se estima que entre el 25% y el 30% de las personas mayores de 85 años sufren algún grado de deterioro cognitivo.
En los países de ingresos bajos y medianos, las personas mayores afectadas por la demencia no suelen tener acceso a la atención prolongada que requiere su estado a un precio asequible. Sus familias rara vez reciben ayudas públicas para financiar la asistencia a domicilio.