28/08/2013
Santiago, 28 de agosto de 2013. El Servicio Nacional de la Discapacidad estuvo presente en la Mesa Redonda Tratado de Marrakech de la OMPI para facilitar el Acceso a las Obras Publicadas para las Personas Ciegas, con Discapacidad Visual o con otras dificultades para Acceder al Texto Impreso, realizado por la Universidad Mayor.
En la oportunidad asistieron el Director Nacional del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial, INAPI, Maximiliano Santa Cruz, junto con el Director de Corporación Innovarte y profesor de la Facultad de Derecho Universidad Mayor Luis Villarroel, y el Secretario de Tecnología y Acceso a la Información de Unión Latinoamericana de Ciegos, ULAC, Pablo Lecuona, entre otros expertos.
En la actividad se dio a conocer las disposiciones del Tratado de la OMPI, que facilitan el acceso a obras publicadas a las personas con discapacidad visual o con otras dificultades para acceder al texto impreso, el que fue suscrito por Chile el pasado 28 de junio de 2013.
Por parte de Senadis, se presentó la temática Iniciativas relacionadas con la implementación del Tratado de Marrakech desde Senadis, por la Coordinadora de Tecnologías de la Información y Accesibilidad, del Departamento de Accesibilidad del Servicio, Carolina Aguilera.
La Mesa Redonda fue organizada por la Facultad de Derecho de la Universidad Mayor y contó con el patrocinio del Senadis y la Corporación Innovarte.
Sobre el Tratado de Marrakech
El Tratado de Marrakech exige a los Estados partes adoptar medidas en sus respectivas legislaciones nacionales que permitan la reproducción, distribución y la puesta a disposición del público de obras publicadas en formato accesible, contemplando con ese fin limitaciones y excepciones a los derechos de los titulares de obras protegidas por derecho de autor.
El elemento esencial de este Tratado es que permite el libre intercambio transfronterizo de esas obras -en formatos accesibles- sin necesidad de contar con la autorización de los titulares de derecho de autor entre organizaciones que estén al servicio de las personas con discapacidad visual, y también directamente desde estas organizaciones a los beneficiarios.
Esto implica que ya no será necesario que en cada país se transformen las obras a un formato accesible, pudiendo obtenerlas libremente en otros países en que ya estén adaptadas a estos formatos.