28/04/2014
Sábado 26 de abril de 2014. La inauguración del II Seminario por los Derechos de los Jóvenes Sordos en nuestro país, contó con la presencia del Director Nacional del Servicio Nacional de la Discapacidad, Mauro Tamayo, junto al presidente de la Asociación de Sordos de Chile, Gustavo Vergara; el Director del Departamento de Juventud de la Asoch, Diego Rodríguez y la presidenta de la Federación Mundial de Jóvenes, Jenny Nilsson de Suecia. Además, estuvieron presentes la Subdirectora Nacional del Senadis, Viviana Ávila y la Directora de carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad San Sebastián, Claudia Muñoz.
En la jornada, el Director Nacional del Senadis, destacó que durante su gestión quiere generar una nueva etapa de participación social, de diálogo ciudadano y de mayor promoción de los derechos de las personas en situación de discapacidad, para impulsar un rol más activo de las organizaciones y fortalecer las políticas públicas dirigidas a una verdadera inclusión para todas y todos.
Asimismo, invitó a los asistentes a trabajar juntos para hacer de Chile una sociedad inclusiva, con respeto por la cultura de las personas sordas y avanzar por la plena inclusión social de las personas en situación de discapacidad a través del diálogo social.
Durante la exposición, los representantes de World Federation of the Deaf Youth Section, WFDYS, dieron a conocer que sólo el 17% de las personas sordas acceden a la educación y de esta cifra sólo un 3% puede acceder a una educación en lengua de señas, lo que indica la existencia de una tremenda brecha y desigualdad para la población sorda, porque un 83% de las personas no tiene educación, según los datos que presentó la organización.
De igual forma, la Federación Mundial de Sordos, en la medida que avanzaba su exposición, expresaron a los asistentes que, es fundamental que existan más organizaciones de jóvenes sordos en los países para empoderar a los jóvenes de sus derechos.
Además, los integrantes de la organización mundial expusieron sobre qué es WFDYS, y también se refirieron sobre la importancia de exigir el cumplimiento de la Convención Internacional de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, en materias tales como: que la lengua de señas esté en igual nivel que la lengua oral, por lo tanto, debe ser reconocida en los países; sobre la educación de las personas sordas en lengua de señas; sobre la accesibilidad a la información, y contar con más horas en televisión con intérpretes en lengua de señas; y que la formación de intérpretes en lengua de señas debe ser profesional, para que su enseñanza y labor cuente con la debida preparación y reconocimiento.
En tanto, Diego Rodríguez, director del Departamento de Juventud de la Asoch, se refirió a la situación actual de los Jóvenes Sordos Chilenos, oportunidad en que señaló que existe poco interés de los jóvenes sordos por participar, reconociendo, a la vez, que ésta es una necesidad vital para impulsar una mayor incorporación y presencia de las personas sordas y así fortalecer la labor, para un mejor futuro de la comunidad sorda y de las próximas generaciones.
Los integrantes de World Federation of the Deaf Youth Section, WFDYS, que participaron en el seminario fueron: Jenny Nilsson, de Suecia, presidenta y Jannicke Kvitvær, de Noruega, secretaria de la federación. Además de los representantes: Ana Navas Serna, de España; Eunjung Byun, de Corea del Sur y Florencia Laurence, de Argentina. El vicepresidente de la organización, Robert Sswewagudde, de Uganda y Braam Jordaan, Sudáfrica, esta vez no pudieron participar del viaje.
Los miembros de la Federación Mundial de Jóvenes Sordos se reúnen dos veces al año en diferentes países del mundo. Por invitación de la Asociación de Sordos de Chile, Asoch, estuvieron por primera vez en Sudamérica, lo cual fue muy importante para la asociación al tener la oportunidad de compartir experiencias con la visita de los representantes.
La actividad fue organizada por el Departamento de Juventud de la Asociación de Sordos de Chile, y auspiciada por la Asoch y la Universidad San Sebastián. También contó con el patrocinio del Senadis.