Sala de Prensa

Jorge Muñoz y Ruth Espinoza, escritores con discapacidad visual.
Jorge Muñoz y Ruth Espinoza, escritores con discapacidad visual.

23/04/2020

Escritores con discapacidad visual cuentan cómo la literatura se transforma en inclusión

• En el Día Internacional del Libro, destacamos la labor y experiencia de dos escritores ciegos, que han hecho de la escritura y lectura, parte esencial de sus vidas.

Jueves 23 de abril de 2020. Todos los miércoles en la mañana, Jorge Muñoz, recibe una llamada desde España para integrarse al grupo de escritores y amigos de otros países de América, donde comparten diversos temas de actualidad. Sagradamente, se conecta y conversa con ellos para dar sus impresiones, de la mano de reflexiones y crítica literaria en “Tertulias Intercontinentales”, podcast que se transmite por internet.

En el Día Internacional del Libro, invitamos a Jorge Muñoz y a Ruth Espinoza, ambos escritores con discapacidad visual, a que nos contarán algo más de cómo viven y piensan la inclusión, al unirla con la literatura, la creación y la pasión por la lectura.

“Escribir es ante todo un arte, y el arte es una de las formas más importantes de la expresión humana. Una sociedad sin libros, danza, música, teatro y pintura, sería como un desierto triste. En mi caso, la literatura ha permitido relacionarme con personas dentro y fuera de Chile, conocer a dos premios nacionales, como el poeta Miguel Arteche y el narrador José Miguel Varas, quienes me alentaron a perseverar en mi vocación. También soy miembro de la Sociedad de Escritores de Chile, SECH. Mediante el acto de leer y crear historias, puedo llegar donde mis ojos jamás irían”, cuenta Jorge.

“Empecé a escribir cuando tenía alrededor de doce años, era un impulso instintivo y tenaz, pero también a esa edad comencé a perder la visión. Esa circunstancia me hacía cada vez más difícil leer y escribir, hasta que tuve que abandonar mi afición por los libros y las letras. Años después, con la ayuda de las cintas de grabación, retomé el hábito de relatar historias. Luego, con la colaboración de mi esposa trabajé en una máquina de escribir muy modesta, hasta que apareció la computación y el programa JAWS, generando un amplio margen de acción personal”, agrega.

Jorge Muñoz Gallardo es profesor de Castellano con estudios de Derecho y Ciencias Sociales. Desde la década de los ‘90 hasta hoy ha desarrollado una activa producción literaria, en sus inicios a través de poemas y cuentos, y en los últimos años con la publicación de sus dos novelas: “El evangelio según un perro vagabundo” (2017), y “El escarabajo ciego” (2018), las dos de Editorial Forja. En diciembre de 2019 lanzó el libro “El palomo negro y otros relatos”.

De viajes y musas inspiradoras

Ruth Espinoza Hall desde niña sintió especial interés por la escritura y más tarde la necesidad de compartir su experiencia de entrenar con su primer perro guía en la escuela Leader Dogs for the Blind, ubicada en la ciudad de Rochester, Michigan, Estados Unidos. Esta vivencia la condujo a publicar dos libros sobre el perro de asistencia y como segunda alternativa de desplazamiento para la persona ciega. Su primer libro, “Un ser vela por mis pasos” (2004) y “Dos inviernos en un año” (2013), novela autobiográfica y educativa, que narra la relación indeleble generada entre el amo ciego y su perro guía.
En su departamento, Ruth aguarda todas las semanas para participar del Taller Literario de Cristián Warnken, que le ha abierto un mundo atractivo y fascinante a través de la lectura de libros que recomienda el conocido profesor y poeta.

A partir de su último libro, la escritora cuenta que “desde entonces no he cesado de escribir. Tengo como nuevo proyecto publicar una novela aún en borrador, de carácter social ligada a la discapacidad visual, basada en un hecho real y reflejándose en la cultura chilena, espejo que muestra como imagen una moraleja para los que la presentan y quienes no la tienen”. Y, confiesa que está esperando a las musas inspiradoras para retomar otra novela en curso.

“La literatura en sí es un arte, no tiene edad, sexo ni condición social. Nace y se forma mediante la creatividad, lo único que se debe hacer es leer constantemente para nutrirla. Pienso que falta en la sociedad chilena, la oportunidad de difundir nuestras obras en los medios de comunicación, a fin de que podamos nivelarnos con respecto a los escritores sin discapacidad. Hay que reconocer que existe preocupación en el fomento de la escritura, mediante concursos, talleres en centros para personas ciegas, no obstante, siento que aún falta que se nos abran más las puertas y que se acorte la brecha de la real inclusión”, afirma.